El dolor de espalda afecta aproximadamente al 25 por ciento de la población laboral, y en el 2 al 8 por ciento de los casos resulta en incapacidad física.
El dolor de espalda o de cintura es la primera señal de alarma que se presenta en las personas, cuando asumen posturas inadecuadas en sus actividades de trabajo o en las que realiza en casa. Estos síntomas generan una alarma para protegerlos de lesiones que pueden comprometer la salud.
Se define como postura la relación que guardan entre sí las diferentes partes del cuerpo (cabeza, tronco, extremidades), y una postura correcta es aquella en la que dicha relación logra una eficacia máxima y un gasto energético mínimo. Adicionalmente para que las personas puedan realizar un buen movimiento a partir de esta postura debe haber conciencia y control en los segmentos osteomusculares para alinearse adecuadamente. Debemos empezar por conocer la anatomía y biomecánica del cuerpo humano, las cuales tienen varios elementos, fundamentales para la ejecución del movimiento.
La columna vertebral consta de 33 huesos llamados vértebras, las cuales, colocadas una sobre la otra ordenadamente, conforman una estructura en sinergia. Se divide en 4 regiones: cervical, dorsal, lumbar y sacra. Dentro de sus múltiples funciones, la columna vertebral cumple algunas funciones principales tales como mantener la estructura del tronco, facilitar el movimiento y la protección de la médula espinal.
Los músculos son tejidos elásticos indispensables para el sostén de nuestro cuerpo, los cuales son usualmente de gran tamaño y están irrigados por venas y arterias que les permite intercambiar oxígeno y al contraerse permiten un movimiento sincrónico entre articulaciones.
Estáticas, presentes cuando los músculos actúan para estabilizar las articulaciones, generando posturas erectas (vigilantes). También están las Dinámicas que se ajustan y se modifican de acuerdo con las circunstancias del movimiento (secretarias, empacadores, operarios). En cada uno de los dos casos la repetición y el tiempo de exposición en la ejecución de tareas, aumenta el riesgo de lesión.
Es poco frecuente que el dolor de espalda sea el resultado de un solo incidente o lesión. Las causas más comunes que originan está dolencia son posturas incorrectas al estar de pie; al permanecer sentados, al levantar objetos sin doblar las rodillas; empujar objetos pesados; barrer o trapear doblando el tronco; dormir con muchas almohadas o sin ellas y en colchones blandos, así como practicar deporte sin calentamiento o entrenamiento previo.
Entre estos factores están la obesidad, embarazo, mal estado nutricional, enfermedades o alteraciones en articulaciones, estrés y sedentarismo. Este último conlleva a la pérdida de flexibilidad, debilidad en los músculos y disminución de la capacidad física.
Cansancio muscular:
común en personas que realizan trabajos repetitivos y en posición fija. Se origina por disminución de la irrigación sanguínea adecuadamente.Espasmo muscular:
se produce por la persistencia de hábitos corporales inadecuados, sobreuso o recarga de un lado más que del otro lo que lleva a que los músculos crean balances y acumulen sustancias de desecho.Alteraciones posturales:
presentes en personas que adoptan posiciones inadecuadas de la columna y permanecen en ellas, lo que genera desviaciones hacia un lado (escoliosis) o hacia delante (hipercifosis).Para quienes permanecen mucho tiempo de pie en labores de trabajo o en las que se cumplen en la casa:
Fuente: Kovacs